yasnachamblas - LA INTERCESION y LA ORACION
   
 
  MIS VISITAS
  PRESENTACION
  SERVICIO DE LIBRERIA
  AREA PERSONAL
  MUJERES DE ALTAR
  EVENTOS
  Cómo ser Salvo e Hijo de Dios
  EVANGELIZACION PERSONAL
  LA EVANGELIZACION
  PATERNIDAD ESPIRITUAL Y REFORMA APOSTOLICA
  CHILE- PAIS:EXPLORA...
  "HOMBRES PARA EL AVIVAMIENTO"
  A LOS JOVENES...
  SIMBOLOGIA PROFETICA
  "PASTOREE NO EMPUJE"
  EL MATRIMONIO-PACTO
  EL SEXO:IDEA DE DIOS
  A LOS PADRES...
  CÓMO HABLAR AL TELEFONO
  COMO HABLAR EN PUBLICO
  LA ADORACION
  MASONERIA
  LA ADOLESCENCIA
  LA INTERCESION y LA ORACION
  MUJERES-FEMENINA 1
  MUJERES-FEMENINA 2
  HOMBRES-VARONES
  PAGINA INFANTIL zonadeniños
  GRANDES TEMAS 1
  GRANDES TEMAS 2
  GRANDES TEMAS 3
  PROTOCOLO-ANFITRIONES
  FIESTA HALLOWEEN
  CHILLAN-CHILE
  LA NAVIDAD...
  MENSAJES EN PERGAMINOS
  MIS RECETAS...
  MEDITACIONES-SELAH
  ETICA MINISTERIAL
  CURIOSIDADES BIBLICAS
  LENGUAJE DE GESTOS CORPORALES
  LAS INVITACIONES,cómo, cuándo hacerlas
  EL CURRICULUM...
  LA RADIACION DE CELULARES
  LA DEPRESION
  SIGNIFICADO DE LOS NUMEROS
  SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES
  MUJERES BIBLICAS
  NOTICIAS-NOTICIAS
  NUESTRO CUERPO,cuidados y consejos
  EL DIVORCIO...
  INIQUIDADES,PECADOS,MALDICIONES
  LA BOCA...
  LA SANIDAD DIVINA
  LA UNCION - LO PROFETICO
  EL AYUNO
  LA IDENTIDAD Y AUTOESTIMA
  EL NOVIAZGO
  MISCELANIA
  POEMAS
  TERREMOTOS 2010-SEÑALES
  ÑUBLE PARA CRISTO
  Título de la nueva página
MI REFLEXION
A LA INTERCESION



_LA PALABRA DEL SEÑOR, EN MEDIO DE TANTA NECESIDAD NOS RECUERDA Y RECOMIENDA EN EL LIBRO DE ISAIAS 55:6 "BUSCAD A JEHOVA MIENTRAS PUEDA SER HALLADO, LLAMADLE EN TANTO QUE ESTA CERCANO". NUESTRO DIOS ESTA SIEMPRE DISPUESTO A ESCUCHAR Y NO DESECHAR AL CORAZON CONSTRITO Y HUMILLADO. EL NOS VE CON OJOS LLENOS DE AMOR Y DE MISERICORDIA PORQUE ÉL SABE QUE SOMOS POBRES EN ESPIRITU, Y ÉL NOS QUIERE DAR EL REINO DE LOS CIELOS. ENTONCES, DEBEMOS ORAR SIN CESAR; PERO SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS; PORQUE ES NECESARIO QUE EL QUE SE ACERCA A DIOS CREA QUE LE HAY, Y QUE ÉL ES GALARDONADOR DE LOS QUE LE BUSCAN"  HEBREOS 11:6
EL INTERCEDER DEBE SER NUESTRO ESTILO DE VIDA; ELEVAR A DIOS ORACIONES INTERCESORAS, CARGADAS DE AMOR Y FE PARA LOGRAR QUE REINO DE LOS CIELOS Y EL FAVOR DE DIOS ACTUE SOBRE LOS HOMBRES Y LA TIERRA.

YASNA, Intercesora del tercer día

************************************************************


¿Cómo se intercede ?
La intercesión es la forma de oración más poderosa que existe y es el arma más eficaz que posee todo cristiano. Para interceder hay que seguir los seguimientos pasos:
a. Diferenciar entre oración e intercesión.
La oración es la elevación del alma hacia Dios para adorarlo, alabarlo, darle gracias, pedirle perdón, piedad o misericordia, favores y necesidades a favor nuestro. Es el ofrecimiento de las emociones y deseos del alma hecho a Dios en el nombre y por la medicación de Jesús. Es la comunicación de nuestro corazón con Dios, es el alimento del alma.
La intercesión es todo esto mismo pero en batalla y no pidiendo para nosotros sino a favor de alguien más, persona, familia, iglesia o nación; sintiendo amor, dolor, compasión y misericordia por esa persona, nación o causa que nos apesadumbra. Al interceder debemos tener la convicción de que Dios nos oye y nos respond
e.
b. La manera de interceder es personal pues no hay técnica especial en la oración
Lo que importa es la fe, la obediencia, la entrega y el interés por alguien o algo. La intercesión debe ser una actitud voluntaria impulsada por el amor de Dios, el amor ágape. Todo hijo de Dios tiene que tener este amor, es su manera distintiva. (Romanos 5:5). La intercesión nunca debe ser hecha por compromiso, imposición o compensación económica. La retribución viene de Dios (Lucas 6:38; 1 Cor.9:10-17). He aquí algunos principios básicos:
La oración intercesora puede hacerse de dos maneras:
1.- Con nuestro entendimiento. Orando con nuestras propias palabras (basados en la Palabra de Dios) y en nuestro idioma. Usando nuestra mente, pensando, entendiendo y sabiendo por lo que intercedemos
2.- Orando en el espíritu. Orando en lenguas con la ayuda del espíritu Santo. No sabiendo nosotros por qué intercedemos, pero El sí.
Muchas veces no sabemos qué es lo que pasa o que se necesita, sólo sentimos la carga, la urgencia y necesidad de orar, de interceder. No podemos orar con entendimiento porque no sabríamos qué pedir, pero el espíritu Santo sí lo sabe y entonces lo único que debemos hacer es dejar fluir esa necesidad de intercesión orando en el espíritu, en lenguas extrañas para que El interceda por nosotros con gemidos indecibles (
Romanos 8:26). Esta forma de intercesión, aunque no la entendíamos, Dios si la entiende (1 Cor. 14:2). Además, interceder orando en lenguas también tiene otros propósitos: magnifica a Dios (Hech 10:46); nos edifica espiritualmente (I Cor. 14:4); y nos da reposos (Isaìas 28:11,12).
3.- Se puede interceder en voz alta; en voz baja como un murmullo; o con el pensamiento. De cualquier forma que se haga, la oración debe de ser dirigida a Dios. Cuando se intercede en batalla contra Satanás y sus espíritus malignos, debe de ser en voz alta y con la autoridad que tenemos en el nombre de Jesús (Marcos
16:17). Satanás no puede entrar en nuestros pensamientos, él sólo puede rondar a nuestro alrededor (1 Pedro 5:8) y lanzarnos ideas como dardos de fuego (Efesios 6:16) que nosotros sin darnos cuenta, las aceptamos cayendo en situaciones de temor, depresión, angustia, inseguridad, incredulidad, etc. Pero Satanás y todas sus huestes Si pueden oírnos y huyen el enfrentarlos con el nombre de Jesús (Stgo 4:7).
Dios si puede penetrar a nuestros pensamientos (Salmo 94:11).
4. La intercesión es personal y debe de hacerse en orden, pero además tienen que estar de acuerdo, por lo que hay ocasiones que habrá más de una persona. Tiene más poder la intercesión de dos o tres de acuerdo. Busque a personas que sientan la misma carga que usted; ore para que el Señor las reúna. (Mt. 18:19-20).
5.- La intercesión es oración en batalla y para salir a la batalla hay que vestirse adecuadamente con una armadura. Antes de empezar, tome todos los instrumentos de "la Armadura" de Dios (Efesios 6:10-18).
6.- Asegúrese que su corazón esté limpio y su conciencia clara delante de Dios. Pregúntele al espíritu Santo si tiene algún pecado no confesado, falta de fe, de perdón, desobediencia, indiferencia, rebeldía. Sométase a Dios. (2 Co. 10:5) (Salmo 66:18; 139:2-3; He 3:12, 4:6; 1 Ti
2:8).
7.- La intercesión debe ser inspirada y dirigida por el espíritu Santo. Reconozca que usted no puede orar en intercesión sin su dirección y fuerza. (Ro 8:26-27). Pídale a Dios que lo guíe totalmente por medio de su Espíritu para saber por qué causa debe usted orar. (Ef. 5:13-18; He. 11:6).
8.- Espere calladamente. Luego en obediencia y Fe acepte lo que Dios pone en su corazón. (Jn 10:27). Empiece a orar por esa situación y no deje de hacerlo hasta que Dios le revele todo aquello por lo que El quiere que interceda. (Jn 2:5).
9.- Ser prudente. Si está solo orar conforme a "la Palabra" y si está acompañado quedarse callado.
10.- El resto del grupo debe de apoyar en el mismo espíritu y en orden. Sin tratar de gritar más que el otro o por cosas diferente. El gritar más alto no es lo que hace poderosa nuestra oración, sino la entrega, la compasión
, la misericordia y convicción con que lo hagamos. Mientras más fuerte la intercesión, más ordenada debe de ser para una mayor unción y victoria.
12.- Si pasado un determinado tiempo no hay otra necesidad específica, entonces interceda en lenguas. Dios sabe por qué (1 Cor. 14:2)
13.- Si hay profecía, palabra o alguna indicación especial, oírla sin interrupción y discernirla espiritualmente; luego obedecerla con denuedo y disciplina. (Ef. 3:11, 12; 4:29-31). Dios no nos dará una carga de intercesión a menos que sea necesaria (Hech. 15:28)
14.- Tenga a mano su Biblia por si Dios quiere darle orientación o confirmación de algo a través de ella (Sal. 119:105).
15.- La intercesión no tiene tiempo determinado, el Espíritu Santo la dirige e inspira y debe de durar el tiempo que El quiera.
16.- La intercesión termina cuando tenemos manifestación de victoria, esto quiere decir cuando ya no sentimos la carga por aquella determinada situación y nos sentimos aliviados, ligeros, bendecidos y bien; o cuando empezamos a cantar en lenguas. Termine alabando y agradeciendo a Dios por su misericordia. (Ro. 11:36, Sal. 50:23).
17.- Los grupos de intercesión no deben ser grandes preferible 2 ó 3. El grupo pequeño es más a
pto para estar en un mismo espíritu.
18.- La intercesión requiere disciplina y perseverancia (Ef. 6:18), por ello debe de organizarse. Pregúntele a Dios respecto al día, la hora y el lugar de la intercesión. (Mt. 6:6).
19.- Cuando sea una carga urgente que el Señor nos pone, que la sentimos en nuestro corazón aunque no sepamos qué es, hay que interceder inmediatamente, aunque sea media noche. Si hay claridad de qué es, orando con entendimiento; si no la hay, orando en lenguas.
20.- Si intercede en pareja debe de tener un director quien guiará en orden con adoración inicial, y pedir al Espíritu Santo para que El dirija e inspire tener períodos de silencio para oír a Dios;
21.- La oración constante y el ayuno fortifican la intercesión y crean disciplina física y espiritual. El ayunar no cambia a Dios pero sí a nosotros porque controla la carne y nos hace más receptivos al Espíritu y nuestra Fe aumenta.
22.- La respuesta a la oración de intercesión no siempre es inmediata pero sí es cierta si somos perseverantes, orando día y noche, en todo momento (Ef. 6:18) Puede necesitar días, meses o hasta años
23.- Orden en que debe desarrollarse una sesión de intersección:
a. Alabanza y adoración b. Cubrirse con "la Sangre" de Jesús; ponerse o vestirse con la armadura de Dios (esto no es siempre) Ef. 6:11-18. c. Pedir al Espíritu Santo su guía e inspiración. d. Preguntarle a Dios por qué interceder. e. Esperar en quietud y silencio hasta oír la voz de Dios. f. Compartir lo que Dios revela. g. Interceder, interceder, interceder.... Terminar con acción de gracias. i. Compartir las victorias


ARMAS DE INTERCESIÓN

* LA ORACIÓN FERVIENTE
* LA ALABANZA
* LA ADORACIÓN
* LA DANZA DE GUERRA
* HOLLAR CON LOS PIES: Parecido a la marcha, pero más agresivo. La marcha delimita un territorio; el hollar va aplastando y destruyendo el poder del enemigo bajo nuestros pies, Jesús dijo: “ He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” Lucas 10:19.
Hollar = abatir, humillar, pisoteando bajo los pies.
*GRITAR: El grito es algo poderosísimo en el mundo espiritual, ya que encierra en sí mismo una autoridad y un temor que sujeta a los espíritus. El enemigo no va a escuchar la voz del hombre sino la misma voz de Cristo que envuelve el resonar de nuestra voz, Jeremías 50:46 “Al grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones”.
*BATIR LAS MANOS: Es una arma de guerra. Rompe yugos. Ezequiel 6:11 “Así ha dicho Jehová el Señor: Palmotea con tus manos, y golpea con tu pie, y di: ¡Ay, por todas las grandes abominaciones de la casa de Israel! Porque con espada y con hambre y con pestilencia caerán”.
*LA RISA: Es necesaria como manifestación de la intercesión. El intercesor se agota por la gran cantidad de graves problemas y necesidades que se le presentan cada día. En la alabanza intercesora, la risa tiene básicamente dos funciones:
1) Protección Personal y Salud Emocional: La risa es una forma importante de defensa en contra del abatimiento del ánimo en la intercesión. La relación de la risa y la alabanza intercesora es que la risa destruye el poder que tiene el enemigo para deprimir y oprimir, cuando se encuentra en el fragor de la lucha. La depresión diluye su fuerza espiritual. Según estudios seculares la risa funciona como un medicamento. La risa profunda oxigena la sangre y produce cambios físicos positivos.
2) Guerra Directa en Contra de Satanás y sus Fuerzas: En una situación de guerra, la risa se burla del enemigo. Salmo 37:12-13 “Maquina el impío contra el justo, y cruje contra él sus dientes; el Señor se reirá de él; porque ve que viene su día”.
La risa es sin duda una de las provisiones para nuestra fuerza espiritual más importante; “El gozo del Señor mi fortaleza es”.
Todo ministerio de guerra tiene que aprender a reír. Los que se dedican a la liberación debieran ser los que más se ríen; ya que el diablo es muy humillado y rebajado cuando los hijos de Dios nos reímos en su cara.
¡ BENDICIONES, SOLDADOS Y GUERREROS DE JESUCRISTO !



**********************************************************************


LA ORACIÓN


¿Qué tal anda nuestra vida de oración?
Si leemos la Palabra de Dios, pero descuidamos la oración, la consecuencia será un orgullo frío y el engreimiento. Si en cambio oramos, pero dejamos de lado la lectura de la Palabra de Dios, el resultado de ello será el fanatismo, ya que los pensamientos de Dios no se conocerán. Sí, el hecho de no escudriñar la Palabra de Dios es señal de que uno no tiene interés por los pensamientos de Dios y por sus derechos. Por eso la vida de oración en tal caso será dominada por la voluntad propia, y en el punto central se hallará el “yo”; el “yo”se complace en hacer brillar ante otros su propia religiosidad. Por el contrario, si la oración va acompañada con una seria búsqueda en la Palabra de Dios, redundará en gran bendición para la vida espiritual.
Sabemos que en las Escrituras se pone mucho énfasis en la oración. El Señor Jesús inició su ministerio con oración (Lucas 3:21). La Asamblea se edificó y tres mil personas fueron convertidas después de una reunión de oración que duró diez días (Hechos 1:13-14). La gran obra entre los paganos empezó con la oración (Hechos 13: 2-3), e igualmente la entrada del Evangelio en Europa mediante la Palabra de Dios, se liga estrechamente a la oración y al ministerio de la Palabra de Dios (Hechos 6:4; 16:9-13). Cuando leemos los Hechos, parece que Pablo no hacía más que predicar, y cuando leemos las epístolas, parece que no hubiera hecho otra cosa sino orar. Ver por ejemplo: Romanos 1:9-10; 1ª Corintios 1:4; Efesios 1:16; 3:14; Filipenses 1:4; Colosenses 1: 3,9; 1ª Tesalonicenses 1:2. Y a nosotros nos dice la Palabra de Dios: “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu” (Efesios 6:18), y “Orad sin cesar” (1ª Tes. 5:17).

La oración es la señal del nuevo nacimiento

“Orar” no es lo mismo que “rezar”(repetir, recitar). Mateo 6:5-8 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las equinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”. Marcos 12:40 “que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación”.
Sólo pueden orar de verdad los que son verdaderamente creyentes. La oración es la expresión de la vida nueva, que es de Dios y que ahora conoce la dependencia de su fuente. Dios oye la oración de un incrédulo, si es sincero en su oración (Génesis 21:17; Romanos 1:16-17).
La nueva vida siente su dependencia y la exterioriza en la misma forma en que lo hace un recién nacido, que a veces se manifiesta en voz tan alta como rara; para las personas mayores incomprensible, y no precisamente agradable de escuchar. Pero Dios entiende los ruegos mal expresados y a menudo incomprensibles de sus hijos. Son la señal, para su
corazón de Padre, de que la nueva vida es consciente de su dependencia, y según las riquezas de su amor de Padre da buenas dádivas al que pide.

La oración no es algo reservada necesariamente “para los creyentes experimentados”

Cuando los recién convertidos no saben cómo han de orar y no saben si sus ruegos son acertados o no, ¿les vendría mejor dejarlo para después?
Hacía pocos meses que se habían convertido los tesalonicenses cuando Pablo les dirigió la primera epístola. A pesar de ello, les dice: “Orad sin cesar”. Sí, ¡más aun! El, el gran apóstol _ por cuya predicación ellos se convirtieron, y que ahora les instruía en los pensamientos de Dios_ conocía el valor de sus oraciones: “Hermanos, orad por nosotros”.
Eso nos permite reconocer el valor de la oración y ver con claridad hasta qué punto Dios tiene en aprecio. ¿Qué padres preferirían que su hijo no les hablar o rogara algo jamás, por la mera razón de que él todavía no sabe hablar bien y además a veces pide cosas que los padres no pueden darle, porque son cosas que le hacen daño? Así Dios se alegra cuando sus hijos nacidos de nuevo se acercan a El con confianza, para colocar ante El todas sus dificultades. Es su gozo escuchar las oraciones; y si su amor no puede consentir algo porque sería perjudicial para el que pide, no obstante permite que el que ora tenga paz en su corazón. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Fil. 4:6,7).

La seguridad de ser oído

Dice en Romanos 8:31 y 32: “Si Dios es por nosotros ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Y el mismo Señor dice en Juan 16:27 “pues, el Padre mismo os ama...”.
Si el Dios poderoso es por nosotros, si nos quiere, si todo nos lo quiere dar, ¡Cuán grande es el poder de la oración!
¡Pero no se trata solamente de eso! En Juan 14:13,14, el Señor Jesús nos permite rogar en su nombre, y al mismo tiempo nos promete oír la oración. En Juan 16:23 El añade: “Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará”. No existe, pues, ninguna limitación, ni la más mínima inseguridad.
Eso también se hace patente cuando en la Palabra de Dios seguimos la vida del Señor Jesús, el cual, en su vida en la tierra él oraba. Eso le caracterizaba. Debemos depender de Dios.
En el Señor Jesús encontramos el verdadero y perfecto hombre, y por eso también la más completa dependencia. En Isaías 50:4 dice de Dios: “Despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios”. Encontramos su vida de oración en los evangelios. En el de Lucas se nos presenta de modo especial al Señor como verdadero hombre. En este evangelio vemos orar al Señor ocho veces, de las cuales algunas durante toda la noche (Lucas 3:21; 5:16; 6:12; 9:18,29;11:1;22:4 y 23:34). Siete veces le vemos orar,

y una vez mientras estaba muriendo en la cruz. El Señor Jesucristo, quien tanto oraba, pudo decir: “Yo sabía que siempre me oyes” (Juan 11:42). Cada una de sus oraciones fue oída, y el Señor ya lo sabía de antemano.


¿Qué es orar en el nombre de Jesús?

¿ Quiere decir esto que debemos decir al final de una oración en la que pedimos por todo lo que estimamos como necesario: “esto lo pedimos en el nombre de Jesús” ? La mayoría de las veces es cierto que se cree y que se hace esto, pero no por eso es correcto. Orar en el nombre de Jesús significa orar en lugar suyo y por eso con su autoridad y revestidos de sus derechos. Por eso precisamente la oración tiene que llevar las marcas de la oración de Jesús.
Para esto se requiere de una completa dependencia, que los ruegos tengan la gloria de Dios como meta y que estén en perfecta armonía con su voluntad.


Condiciones para ser oído

En Juan 15:7 el Señor dice: “Si permanecéis en mi, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Dios sí quiere darnos todo lo que le pidamos, pero esta promesa viene a continuación de la condición: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros”. Si permanecemos en el Señor, venimos a ser cada vez más parecidos a Él. Si sus palabras permanecen en nosotros, nuestros sentimientos estarán en armonía con sus intereses y con su voluntad.
En Hebreos nombra otra condición: “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay”. Y en Santiago 1:6,7 dice: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”.
Dios responde a la fe.¿Cómo puede El oír una oración si el que pide no cree que Dios le contestará? (Mateo 21:20-22).
Por eso el Señor no solamente habla de fe, sino también de la prueba de la fe que alegamos al decir a un monte: “¡Quítate y échate en el mar!” (Mateo 21:21).

Impedimentos para ser oídos


Las Escrituras mencionan varias causas:
En Daniel 10 nos deja ver que algunas oraciones que en sí son buenas a veces quedan sin respuestas porque Satanás, con todas sus fuerzas, intenta impedir la respuesta. Al final no puede hacerlo, pero puede, si Dios lo permite, aplazar la respuesta momentáneamente. Dios deja a veces que suceda esto para poner a prueba nuestra fe y nuestra paciencia.
Además en Isaías 59:2 dice: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. El Salmista dice: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado” (Salmo 66:18). En 1ª Juan 3:21,22 está escrito: “Si nuestro corazón no nos

reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él”.
En Santiago 4:3 nos dice:”Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Si pedimos a Dios algo para satisfacer las concupiscencias de nuestro corazón y los deseos de la vieja naturaleza, ¿cómo puede Dios darnos semejantes cosas? Dios aborrece la vieja naturaleza y la ha juzgado en la cruz (Romanos 8:3). Nos exhorta a que nos consideremos muertos en cuanto al pecado (Rom. 6:11) y que hagamos morir nuestros miembros en esta tierra (Col. 3:5-17). Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (Gál. 5:24).
También las relaciones de la vida familiar pueden influir en la respuesta a nuestras oraciones; veamos 1ª Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, igualmente vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.

Pedir según su voluntad

¿Cómo sabemos cuál es la voluntad del Padre? El nos ha participado en la Palabra sus pensamientos y, si estamos en comunión diaria con El, aprenderemos a conocer sus pensamientos por medio del Espíritu Santo y de su Santa Palabra. Por eso resulta tan significativo escudriñar su Palabra.
Por medio de la Palabra y de la comunión diaria con el Señor aprendemos a conocer la voluntad de Dios; entonces podemos pedir según su voluntad, de manera que podamos tener seguridad en cuanto a la respuesta a nuestras oraciones.

Orar sin cesar

¿Sólo los creyentes muy adelantados, los que han escudriñado esmeradamente y a fondo la Palabra de Dios, pueden orar?
Dios, nuestro Padre, escucha nuestra voz con profundo gozo cuando nosotros, sus hijos, nos acercamos a El.
Del recién convertido Pablo dice el Señor: “He aquí, él ora”. Él manda a Pablo a escribir a los recién convertidos tesalonicenses “Orad sin cesar”. Y este gran apóstol, por cuya predicación en aquel entonces probablemente millones ya habían llegado a convertirse; quien tenía revelaciones especiales por las cuales Dios le participó todo su consejo; sí, el que estuvo en el tercer cielo oyendo palabras inefables (2ª Corintios 12:2-4), este apóstol estaba tan convencido del poder de la oración de estos recién convertidos que les rogó: “Hermanos, orad por nosotros” (1ª Tes. 5:17,25).
La más clara prueba que un creyente está progresando es, indudablemente, cuando cada vez se da más cuenta de cuán importante es la oración; sí de que sin la oración todo carece de valor.
Dios nuestro Padre, nos dice: “Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Fil. 4:6,7).

¡Cuán maravilloso sería que vosotros y yo veamos cada vez más el valor y la importancia de la oración y que hagamos cada vez más uso de nuestra prerrogativa ilimitada! ¡Qué corazones más gozosos tendríamos y cuán grandioso testimonio presentaría nuestra vida!

Conclusiones para una oración eficaz:

*DISPONER DE TIEMPO PARA ORAR: esto es imprescindible. Ajustemos nuestro programa diario a los requerimientos de Dios. La disciplina espiritual constituye la clave de la vida cristiana, por lo que deberíamos establecer cierta regularidad en la hora fijada para este ejercicio. Debemos separar un tiempo para Dios.

  *ENCONTRAR UN LUGAR TRANQUILO: en el hogar, debemos buscar un lugar tranquilo, lo encontraremos si de veras lo buscamos. Es bueno humillarse (arrodillarse), orar en voz alta, orar en el espíritu.

  *PEDIR PROTECCIÓN DE DIOS: es importante elevar una oración pidiendo cobertura para que los problemas de la vida cotidiana no nos agobien mientras oramos. También debemos recordar que el diablo intentará distraernos durante la oración. Por eso es necesario que pidamos protección para que Dios nos rodee con su divina protección; y así dedicarnos de lleno a la oración.

* CONFESAR: al confesar, nombremos los pecados específicamente, para que la luz de nuestro Señor penetre en todo rincón y descubra todo aquello que pueda impedir la buena comunión con nuestro Dios.

* ADORAR Y MEDITAR: al orar, dediquemos un momento a adorar y meditar en la presencia de nuestro Dios. El Espíritu Santo le hará oír su voz apacible y le dará la certeza de estar en la presencia del Dios viviente, lo sienta o no. Cuando adoramos al Señor con alabanzas y acciones de gracias, descubrimos que el gozo y la paz del Señor inunda nuestra vida, nos da su poder y nos brinda el calor de su incomparable amor.

*ESCUCHAR INTERIORMENTE: no debemos usar discursos dirigidos a Dios en vez de oraciones; ya que en esto se produce un monólogo. Por cada persona que exclama : “Habla, Señor que tu siervo oye”, hay diez que dicen: “Oye, Señor, que tu siervo habla”. Cuando adoramos al Señor con alabanzas y acciones de gracias, descubrimos que el gozo y la paz del Señor inunda nuestra vida, nos da su poder y nos brinda el calor de su incomparable amor. Al escuchar interiormente, Dios traerá a nuestra memoria a alguien que necesita de nuestra oración (oración intercesora), nos guiará con respecto a lo que debemos orar y cómo hacerlo, y nos revelará el pec ado no confesado.

  *ORAR CON FE: fe significa creer antes de recibir. Nuestras oraciones pueden ser respondidas de tres maneras distintas: “sí”, “espera”, “no”. Al escuchar interiormente, Dios traerá a nuestra memoria a alguien que necesita de nuestra oración (oración intercesora), nos guiará con respecto a lo que debemos orar y cómo hacerlo, y nos revelará el pecado no confesado. Podemos comprender un categórico “sí” y aún admitir un categórico “no”, pero el “espera” es más difícil de aceptar. En el tiempo en que Dios nos mantiene en espera, podemos ser tentados a pensar que no estamos orando en su voluntad. Pero si Dios ha indicado por quién orar, y cómo, no debemos permitir que la respuesta “espera” haga tambalear nuestra fe.

  *VISUALIZAR LA ORACIÓN COMO YA CONTESTADA: ¡esto agrega poder a las oraciones! Jesús dijo: “Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.(Marcos 11:24). Tres son las cosas que él señala: orar, pedir, y creer que recibiremos la contestación. Antes de orar por alguien o algo, pidamos, “Señor, enséñame y guíame cómo orar en esta circunstancia”. No debemos orar pidiendo “si es tu voluntad”, sino “conforme y de acuerdo a tu voluntad”. La oración de fe produce milagros. Cuando elevemos una petición, en lugar de pasar inmediatamente a otra, detengámonos un instante para imaginar el resultado. Luego agradezcamos que él esté obrando en el mismo momento para que eso sea una realidad.

  *AGRADEZCAMOS: es importante darle gracias por cada cosa que ha hecho, hace y hará por nosotros. Es necesario definir o especificar los motivos por los cual tenemos gratitud. El expresar gratitud en palabras tiene el efecto de crear un corazón y un espíritu lleno de gozosa anticipación y expectativa ante lo que Dios hará ese día.

************************************************************************************************








 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis