yasnachamblas - A LOS PADRES...
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A LOS PADRES...
LA TELEVISION
HOY MAS QUE NUNCA LA TELEVISION, JUNTO A OTROS MEDIOS DE COMUNICACIÓN HA ESTADO HACIENDO ENFASIS EN CÓMO ALCANZAR Y CAUSAR MAYOR ATRACTIVO A LA SOCIEDAD Y POR ENDE A LOS TELEVIDENTES; NO DEJANDO DE LADO, EL INTERES LUCRATIVO QUE ES EL MOTOR PRINCIPAL QUE MOTIVA Y HACE FUNCIONAR A ESTE MEDIO, Y QUE, CUYO FINANCIAMIENTO SE OBTIENE A TRAVES DE SUS DIVERSOS SIMPATIZANTES.
SIN DUDA QUE LA TELEVISION ES UN MEDIO DE COMUNICACIÓN MUY MASIVO, QUE SE HACE ATRAYENTE Y SE ENCUENTRA DISPONIBLE PARA TODO NIVEL SOCIOECONOMICO.
CON TAL FUERZA DE ALCANCE, ES QUE SE HAN AÑADIDO MAS OPCIONES DE PROGRAMAS TELEVISIVOS, CANALES, LINEAS DE CABLE E INTERNET Y SEÑALES SATELITALES, PROVOCANDO EL AUMENTO CONSIDERABLE DE SEGUIDORES Y ADICTOS A LA PANTALLA CHICA.
A TRAVES DE ESTOS ESFUERZOS, ESTE MEDIO HA PROPORCIONADO UN APORTE AL ACCESO DE INFORMACION CULTURAL Y SOCIAL, QUE SACIA EN PARTE, NUESTRO INTERES DE CONOCIMIENTO E IFORMACION. PERO COMO BIEN SE SABE: “TODO CONSUMO EXCESIVO SE VUELVE DAÑINO”. MAS DEL 50% DE LOS PROGRAMAS ESTAN BASADOS EN FOMENTAR LA INMORALIDAD (PORNOGRAFIA, SEXO, SENSUALIDAD), LA FARANDULA, DIVERSAS CREENCIAS O DOCTRINAS DEL ERROR, CONDUCTAS Y MODAS DESORDENADAS, ETC. ETC.
ES TAN LAMENTABLE Y PENOSO SABER QUE EN CIENTOS DE HOGARES SE LE HAN ABIERTO LAS PUERTAS DE PAR EN PAR A TODO CUANTO PROGRAMA HA SALIDO. ES INCREIBLE VER, POR EJEMPLO, COMO PADRES DE DIFERENTES NIVELES CULTURALES, SOCIOECONOMICOS, Y DE FE , INICIAN Y TERMINAN EL DIA CON EL TELEVISOR ENCENDIDO. MAS TRAGICO ES PARA SUS MENTES, QUE SON LLENADAS DE INFORMACION INAPROPIADA QUE LOS VUELVE SIMPLES Y CONFUSOS; SIN DEJAR DE CONSIDERAR QUE SUS HIJOS PASAN HORAS VIENDO PROGRAMAS INFANTILES, LOS CUALES MUCHOS DE ELLOS ESTAN LLENOS DE INFLUENCIA NOCIVA QUE INVADEN DE MALDAD LAS INOCENTES Y CURIOSAS MENTES Y CORAZONES DE LOS DESCUIDADOS PEQUEÑOS .
EL RESULTADO PARA ESTO ES QUE LOS NIÑOS DESARROLLAN CAMBIOS NEGATIVOS EN LA CONDUCTA, VOLVIENDOSE CADA VEZ MAS DESOBEDIENTES, VIOLENTOS, BURLONES, IRRESPETUOSOS, REBELDES, INCORREJIBLES , DISTRAIDOS, ETC, ETC.. ADQUIEREN TODO EL “ALIMENTO INSTRUCTIVO” QUE LES APORTA “CIERTOS PROGRAMAS” “APARENTEMENTE INOCENTES” Y QUE LOS ADULTOS NO SE HACEN RESPONSABLES DE SELECCIONAR CON SABIDURIA PARA SUS “AMADOS NIÑOS”.
ES ASI COMO TAMBIEN PODEMOS VER CON PENA Y COMO CONSECUENCIA, UNA NEGATIVA CONDUCTA EN LA JUVENTUD, QUE MUCHO SE CRITICA Y LAMENTA, PERO QUE A VECES NO SE HACE MUCHO O SE HACE POCO POR REMEDIAR O PREVENIR DESDE LA NIÑEZ, QUE COMO ES SABIDO, ES EL PERIODO CLAVE, DONDE SE PRODUCE LA FORMACION DEL PEQUEÑO BASADA EN LA RECEPCION DE INFORMACION O ENSEÑANZA OTORGADA EN LA ETAPA DE LA INFANCIA; Y QUE TIENE COMO RESULTADO EFECTOS SECUNDARIOS EN LA ETAPA DE LA JUVENTUD Y SIGUIENTES.
SÍ, SE DEBE PONER LIMITES A ALGUNAS COSAS, SE DEBE PONER FIN A LO QUE DAÑA Y PERTURBA O ATENTA EN CONTRA DE NUESTRAS ALMAS Y VIDAS. ES SABIO DETERMINAR, SELECCIONAR Y ESCUDRIÑARLO TODO CON DISCERNIMIENTO; COMO DICE EN EL LIBRO DE PROVERBIOS DEL REY SALOMON: “EL SIMPLE TODO LO CREE, MAS EL AVISADO MIRA BIEN SUS PASOS, EL SABIO TEME Y SE APARTA DEL MAL, MAS EL INSENSATO SE MUESTRA INSOLENTE Y CONFIADO”.
BUENO ES RECORDAR Y APLICAR LO QUE DICE LAS SAGRADAS ESCRITURAS DE DIOS:
“INTRUYE AL NIÑO EN SU CAMINO, Y AUN CUANDO FUERE VIEJO NO SE APARTARÁ DE ELLA”
AUN ESTAMOS A TIEMPO DE REACCIONAR Y DESPERTAR PARA CAMINAR EN LO HONESTO, LO PURO, LO JUSTO, LO BUENO, LO SANO, LO VIRTUOSO, LO INTEGRO, LO EFICAZ Y LO EXCELENTE…
MIS SALUDOS
YASNA CHAMBLAS SIDE
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10 consejos para mejorar la mala conducta en los niños
Lo que sigue es una guía de 10 puntos para manejar la conducta de su hijo. Aunque se considera que cada uno de ellos es igual de importante, los tres primeros se posicionan privilegiadamente al considerar que proveen la base sobre la cual los padres pueden manejar exitosamente el comportamiento de sus hijos.
1) Relación padre/hijo. Esto está en primer lugar de la lista porque todos los demás dependen de éste. Básicamente, si usted no ha establecido un sólido apego y cariño entre usted y su hijo que esté caracterizado primariamente mediante mirada positiva (de su parte), usted no tiene la base necesaria desde la cual manejar exitosamente la conducta. Los niños hacen lo que sus padres dicen primariamente porque a los niños les importa lo que piensan sus padres de ellos o cómo se sienten sobre ellos.
2) Pasando tiempo o “tiempo de suelo”. Esta regla va de la mano con la anterior. Usted debe pasar tiempo con su hijo en una base regular que no esté centrada alrededor de los problemas de conducta, y este tiempo debería ser usado para jugar, conversar, y actividades constructivas de relación. Cuanto más amor y comprensión sienta su hijo por usted, más fácil será manejar su comportamiento.
3) Desarrollo de conocimiento. Asegúrese de saber lo que su hijo es capaz de hacer dependiendo de su edad. Muy a menudo los padres personalizan las malas conductas de sus hijos como si lo estuvieran haciendo “a propósito”. A veces esto es cierto, pero muy a menudo es bastante natural para su edad de desarrollo. Conocer esto lo ayuda a ver a ver el manejo de conductas más objetivamente y menos reactivamente.
4) Clara delineación de reglas. Esto puede parecer sencillo, pero es muy fácil encontrarse metiendo la pata en reglas que usted mismo planteó. Igualmente, es igual de problemático si usted no plantea cada parte de las reglas de manera clara y concisa. No plantee muchas reglas juntas, especialmente con niños pequeños. Haga una muy clara definición. Cuanto más pequeño es el niño, más exactas deben ser las palabras.
5) Refuerzo positivo. Atienda, aplauda, felicite, abrace a su hijo cada vez que el niño se comporta exitosamente en la manera que usted lo ha prescripto. Sea cuidadoso, sin embargo, de no usar inductores materiales para la buena conducta (tales como comprar nuevos juguetes, etc). Los refuerzos deberían estar centrados alrededor de sentimientos de autoestima, cumplimiento y cooperación. Haga algo con su hijo tal como jugar un juego, ir al parque, o simplemente dar elogios verbales y apreciación como recompensa.
6) Proveyendo consecuencias. Para reglas que no parecen ser seguidas usando refuerzo positivo, los padres deben establecer consecuencias por fallas en la obediencia. Estos deben ser realistas, coincidir con la naturaleza de la infracción, y enseñar algo si es posible. Luego, deben ser consistentemente reforzados. Comience con pequeños tiempos limitados de “tiempo fuera” como consecuencias (esto es, que permanezca quieto en un lugar a la vista los minutos equivalentes a su edad); y luego lentamente aumente el tiempo o intensidad de la consecuencia por repetir las mismas infracciones (quita de privilegiostales como tv, un juguete, etc). Cuando pueda, use consecuencias naturales. Un ejemplo sería que se utilice el dinero de su alcancía para reponer algo que haya roto.
7) Repetición. La repetición es una parte integral de todo aprendizaje y dominio. “Si al principio no tiene éxito, trate de nuevo”. Decida cuántas veces repetirá una orden antes de actuar sobre ella. Realmente no debería ser más de dos o tres veces para el niño más pequeño y menos para uno mayor. Usted podría comenzar dando advertencia de lo que sucederá si no se sigue la regla, y luego continuar con la consecuencia si la advertencia es ignorada.
8) Consistencia. Tener consistencia en las reglas y tenerla al aplicar las consecuencias son ambas muy importantes. Los niños naturalmente buscan escapatorias tales como desafiar su paciencia cuando está cansado. Pero estos son momentos en los que la consistencia es más importante y efectiva.
9) Acuerdo entre padres. Si dos padres están involucrados, deben estar de acuerdo con cuáles son las reglas, cuáles son las consecuencias, y cuáles son los procedimientos para llevar a cabo las consecuencias. Nunca deje a un niño quedarse en lo que el otro padre haya dicho sin chequear primero y estar seguro de la ocurrencia de los hechos, y asegúrese que usted y su compañero están en completo acuerdo con las reglas antes de tratar de reforzarlas.
10) Modelo de conducta. Como siempre, quien usted es y cómo actúa es la más potente quía y maestro para su niño. Trátelo/a con respeto en todas las situaciones, y esfuércese para manejar su conducta con actitud calma que viene de su entendimiento de que el auto-control es sumamente importante para usted y su hijo.
Por Lic. Martín Orellano
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CARTA DE UN HIJO A SUS PADRES
• PADRES, ENSÉÑENME A AMAR Y A CONOCER A DIOS. NO IMPORTA SI EN LA ESCUELA O EN OTRO LUGAR NO ME LO ENSEÑAN, PORQUE NADA VALE SI YO VEO QUE USTEDES NO CONOCEN NI AMAN A DIOS.
• NO ME DEN TODO LO QUE LES PIDA, A VECES PIDO PARA VER CUÁNTO PUEDO TOMAR.
• NO ME GRITEN, LES RESPETO MENOS CUANDO LO HACEN Y ME ENSEÑAN A GRITAR A MÍ TAMBIÉN, Y NO QUIERO NI DEBO HACERLO.
• NO ME DEN SIEMPRE ÓRDENES, A VECES SI ME PIDIERAN LAS COSAS YO LO HARÍA MÁS RÁPIDO Y CON MÁS AGRADO.
• CUMPLAN LAS PROMESAS, SI ME PROMETEN UN PREMIO DÉNMELO, PERO TAMBIÉN SI ES UNA SANCIÓN.
• NO ME COMPAREN CON NADIE, ESPECIALMENTE CON MI HERMANO O HERMANA. SI USTEDES ME HACEN LUCIR MEJOR O PEOR QUE LOS DEMÁS SERÉ YO QUIEN SUFRA.
• NO CAMBIEN DE OPINIÓN TAN A MENUDO SOBRE LO QUE DEBO HACER, DECÍDANSE Y MANTENGAN ESA DECISIÓN PARA QUE NO ME CAUSE CONFUSIÓN.
• DÉJENME VALERME POR MÍ MISMO EN ALGUNAS COSAS; SI USTEDES HACEN TODO POR MÍ, YO NUNCA PODRÉ APRENDER.
• NO DIGAN MENTIRAS DELANTE DE MÍ, NI ME PIDAN QUE LAS DIGA POR USTEDES PARA SACARLOS DE UN APURO. ME HACEN PECAR Y ME SIENTO MUY MAL. ADEMÁS ESTO HACE QUE PIERDA LA CONFIANZA EN USTEDES Y EN LO QUE ME DICEN.
• CUANDO ESTÉN EQUIVOCADOS EN ALGO, ADMÍTANLO; Y CRECERÁ LA OPINIÓN QUE YO TENGO DE USTEDES. ADEMÁS ME ENSEÑARÁN A ADMITIR Y CORREGIR MIS EQUIVOCACIONES TAMBIÉN.
• TRÁTENME CON LA MISMA AMABILIDAD CON LA QUE TRATAN A SUS AMIGOS, YA QUE AUNQUE SOMOS FAMILIA PODEMOS SER AMIGOS TAMBIEN.
• CUANDO LES CUENTE UN PROBLEMA MÍO NO ME DIGAN “NO TENGO TIEMPO PARA TONTERÍAS” O “ESO NO TIENE IMPORTANCIA”. ESFUÉRCENSE POR ESCUCHARME COMPRENDERME Y AYUDARME, POR FAVOR.
• QUIÉRANME Y DÍGANMELO. A MI GUSTA Y ME HACE MUY BIEN OÍRSELOS DECIR; AUNQUE USTEDES NO CREAN NECESARIO DECÍRMELO.
• ABRÁCENME, DENME TIEMPO , NECESITO SENTIR Y CREER QUE USTEDES SON MIS AMIGOS, MIS COMPAÑEROS LEALES EN TODO MOMENTO.
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CONSEJOS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN EN EL MATRIMONIO
• ESTÉ DISPUESTO A ESCUCHAR HASTA QUE EL OTRO TERMINE DE HABLAR. HABLE LENTO Y PIENSE ANTES DE DECIR LAS COSAS. NO DIGA NADA DE LO QUE DESPUÉS SE PUEDA ARREPENTIR. PROVERBIOS 18:134, SANTIAGO 1:19
• NO REPLIEGUE CON IRA, RESPONDA AMABLEMENTE Y SI TIENE QUE DECIR LA VERDAD HÁGALO, PERO CON AMOR... 1ª CORINTIOS 13, EFESIOS 4:15, 25, COLOCENSES 3:9.
• NO USE EL SILENCIO COMO UNA ARMA PARA DECEPCIONAR O IGNORAR AL OTRO.
• NO ESTÉ QUEJÁNDOSE CONTINUAMENTE. PROVERBIOS 17:14; 20:3; ROMANOS 3:13; EFESIOS 4:9.
• CUANDO SE EQUIVOQUE ADMÍTALO Y PIDA PERDON. SANTIAGO 5:16; PROVERBIOS 17:9; EFESIOS 4:32; 1ª PEDRO 4:18.
• EVITE DISCUTIR SOBRE COSAS PASADAS O SOBRE LAS CUALES YA SE HAN DISCUTIDO. PROVERBIOS 10:19, 17:9, 20:5.
• TRATE DE ENTENDER LA OPINIÓN DEL OTRO. PREOCUPESE POR LOS INTERESES DEL OTRO. FILIPENSES 2:1-4; 1ª PEDRO 2:23, 3:9; EFESIOS 4:4.
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LOS PADRES DEBEN ADIESTRAR A SUS HIJOS
“HE AQUÍ, HERENCIA DE JEHOVÁ SON LOS HIJOS, COSA DE ESTIMA EL FRUTO DEL VIENTRE. COMO SAETAS EN MANOS DEL VALIENTE, ASÍ SON LOS HIJOS HABIDOS EN LA JUVENTUD”, SALMOS 127:3 Y 4. ENCONTRAMOS QUE EL SALMISTA NOS DICE QUE LOS HIJOS SON HERENCIA DE DIOS. EL DICE QUE LOS HIJOS SON COMO SAETAS QUE ESTÁN DIRIGIDOS A LA META. CUANDO UN HOMBRE FUERTE TIRA LA FLECHA HACIA EL BLANCO, USUALMENTE PEGARÁ AL CENTRO DEL BLANCO. DIOS ESTÁ DICIENDO QUE ÉL TIENE PLANES PARA TODOS LOS HIJOS QUE NOS HA DADO; ELLOS SON SU HERENCIA. EL ESPERA QUE ESTOS LE SIRVAN. QUE SEAN GENTE DE DIOS.
DEBEMOS SABER QUE EL DIABLO NUNCA NOS HA DADO ALGO BUENO. EL ES UN DESTRUCTOR NO UN CREADOR. NUESTROS HIJOS SON UN REGALO DE DIOS NOS LOS HA DADO PARA UN PROPÓSITO Y ESO ES CRIARLOS PARA SU GLORIA. EN EL LIBRO DE JEREMÍAS 1:4-5, LEEMOS ASÍ: “VINO, PUES PALABRA DE JEHOVÁ A MÍ DICIENDO; ANTES QUE TE FORMARA EN EL VIENTRE TE CONOCÍ, Y ANTES QUE NACIESES TE SANTIFIQUÉ, TE DI POR PROFETA A LAS NACIONES”.
TAMBIÉN ENCONTRAMOS A DAVID DICIENDO QUE EL OJO DE DIOS ESTABA SOBRE ÉL, MIENTRAS ESTABA EN EL VIENTRE DE SU MADRE. HASTA DICE QUE HABÍA UN REGISTRO EN EL LIBRO DE DIOS DE TODO SU CUERPO ANTES DE QUE ESTUVIERA LISTO PARA NACER, SALMOS 139:14-17. ESTO ES UNA GRAN MARAVILLA, Y MUESTRA LA MAJESTAD DE LA PREOCUPACIÓN DE DIOS POR CADA UNO DE NOSOTROS.
NOSOTROS COMO PADRES, SOMOS RESPONSABLES POR EL ADIESTRAMIENTO DE NUESTROS HIJOS. PRIMERO DEBEMOS ESTAR CONSCIENTES QUE SOMOS RESPONSABLES ANTE DIOS POR LA FORMA EN QUE LOS CRIAMOS. CUANDO ENTENDEMOS QUE ALGÚN DÍA TENDREMOS QUE DAR CUENTA A DIOS CARA A CARA POR LA FORMA EN QUE CRIAMOS A NUESTROS HIJOS. ESTO ES LO QUE HACE UNA GRAN DIFERENCIA.
EXISTEN TRES MANERAS PRÁCTICAS QUE NOS PUEDEN AYUDAR A CUMPLIR ESTA GRAN TAREA:
LA PRIMERA FORMA ES VIVIR UNA VIDA AGRADABLE A DIOS. LO QUE ERES IMPRESIONA MÁS LAS MENTES DE LOS HIJOS QUE LO QUE DICES. O SI FORZAMOS A NUESTROS HIJOS A HACER LAS COSAS, POR EJEMPLO: NO PODEMOS EXIGIRLES QUE VAYAN A LA IGLESIA SI NOSOTROS NO VAMOS. CLARO QUE PODEMOS EXIGIRLES QUE VAYAN CON OTRA PERSONA POR ALGÚN TIEMPO, PERO ACTUARÁN COMO NOSOTROS TAN PRONTO ESTÉN VIVIENDO POR SU CUENTA. NUESTROS HIJOS MIENTRAS OBSERVAN NUESTRA FORMA DE VIVIR, AGRADANDO A DIOS, APRENDEN Y ENTIENDEN QUE UNA VIDA AGRADABLE A DIOS ES LA MEJOR MANERA DE VIVIR. PORVERBIOS 23:6 “INSTRUYE AL NIÑO EN SU CAMINO, Y AUN CUANDO FUERE VIEJO NO SE APARTARÁ DE ÉL”
CUANDO ELLOS VEN QUE NUESTROS INGRESOS NO NOS CONDICIONAN; ELLOS APRENDEN EL PRINCIPIO BÍBLICO DE DAR A DIOS Y A LOS DEMÁS. SI NO ESTAMOS OBEDECIENDO A DIOS, SI LES ENSEÑAMOS PROVERBIOS 3:9-10 QUE DICE: “HONRA A JEHOVÁ CON TUS BIENES, Y CON LAS PRIMICIAS DE TODOS TUS FRUTOS; Y SERÁN LLENOS TUS GRANEROS CON ABUNDANCIA, Y TUS LAGARES REBOSARÁN DE MOSTO”. ELLOS PUEDEN DECIR FRENTE A NUESTRA DESCONFIANZA MONETARIA: _¡PAPÁ, MAMÁ: YA SABEMOS POR QUÉ ERES TAN POBRE Y HAY TANTA ESCASEZ!_. LA BIBLIA NOS ENSEÑA QUE HONREMOS AL SEÑOR CON LOS PRIMEROS FRUTOS DE NUESTROS INGRESOS. ESTA PROMESA DE PROVERBIOS 3:10 NO FUNCIONARÁ, A MENOS QUE LLEVEMOS A CABO EL VERSÍCULO 9 PRIMERO.
LA SEGUNDA FORMA DE ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS ES LEER Y TRABAJAR CON ELLOS PARA QUE CONOZCAN LA PALABRA DE DIOS; Y QUE LA APLIQUEN EN SU VIDA DIARIA. ESTO REQUIERE QUE COMO PADRES, VELEMOS CON MUCHO CUIDADO DÓNDE VAN NUESTROS HIJOS Y CON QUIÉN TIENEN AMISTAD. MUCHO ANTES QUE NUESTROS HIJOS LLEGUEN A SER ADOLESCENTES, NECESITAMOS Y DEBEMOS ENSEÑARLES LA PALABRA DE DIOS TOCANTE AL PROTEGER SUS CUERPOS DEL PECADO DEL DESEO SEXUAL. LA BIBLIA NOS DICE BIEN CLARO QUE LOS PECADOS SEXUALES HAN DE LLEVARLE AL INFIERNO, A MENOS QUE SEA PERDONADO Y NO REPITAS LOS PECADOS. EN APOCALIPSIS 21:8 HAY UNA LISTA DE AQUELLAS PERSONAS QUE TENDRÁN QUE PASAR POR EL FUEGO DEL INFIERNO; ENTRE ESTA LISTA SE ENCUENTRA LA PALABRA FORNICARIOS, QUE INCLUYE TODO PECADO SEXUAL.1ª CORINTIOS 6:17 “PERO EL QUE SE UNE AL SEÑOR, UN ESPÍRITU ES CON ÉL. HUID DE LA FORNICACION. CUALQUER OTRO PECADO QUE EL HOMBRE COMETA, ESTÁ FUERA DEL CUERPO; MÁS EL QUE FORNICA, CONTRA SU PROPIO CUERPO PECA. ¿O IGNORÁIS QUE VUESTRO CUERPO ES TEMPLO DEL ESPIRITU SANTO, EL CUAL ESTÁ EN VOSOTROS, EL CUAL TENÉIS DE DIOS, Y QUE NO SOIS VUESTROS? PORQUE HABÉIS SIDO COMPRADO POR PRECIO, GLORIFICAD, PUES, A DIOS EN VUESTRO CUERPO Y EN VUESTRO ESPIRITU, LOS CUALES SON DE DIOS”.
LA PALABRA DE DIOS NOS DA A ENTENDER MUY CLARAMENTE QUE SON LOS PADRES LOS QUE SON RESPONSABLES POR LA ENSEÑANZA Y EL ENTRENAMIENTO DE LOS HIJOS.
LA PALABRA DE DIOS EN EL LIBRO DE DEUTERONOMIO 6:5-7, NOS DICE: “AMARÁS A JEHOVÁ, TU DIOS, DE TODO TU CORAZÓN, DE TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS. ESTAS PALABRAS QUE YO TE MANDO HOY, ESTARÁN EN TU CORAZÓN. SE LAS REPETIRÁS A TUS HIJOS, Y LES HABLARÁS DE ELLAS ESTANDO EN TU CASA Y ANDANDO POR EL CAMINO, AL ACOSTARTE Y CUANDO TE LEVANTES”. EN EL LIBRO DE EFESIOS 6:1-4, NOS DICE: “HIJOS, OBEDECED EN EL SEÑOR A VUESTROS PADRES, PORQUE ESTO ES JUSTO, HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE QUE ES EL PRIMER MANDAMIENTO CON PROMESA PARA QUE TE VAYA BIEN Y SEAS DE LARGA VIDA SOBRE LA TIERRA, Y VOSOTROS PADRES, NO PROVOQUÉIS A IRA A VUESTROS HIJOS, SINO CRIADLOS EN DISCIPLINA Y AMONESTACIÓN DEL SEÑOR”.
LA TERCERA FORMA DE CRIAR A NUESTROS HIJOS ES CON AL ORACIÓN DIARIA POR CADA UNO DE ELLOS. ESTE PUNTO ES DE SUMA IMPORTANCIA, DEBIDO AL SINNÚMERO DE TENTACIONES A LAS CUALES NUESTROS HIJOS SE VEN ENFRENTANDO A DIARIO. RECORDEMOS QUE “LA ORACIÓN EFICAZ DEL JUSTO, PUEDE MUCHO” (SANTIAGO 5:16). ES MUY NECESARIO CUBRIR CON ORACIONES Y SÚPLICAS A ESTA HERENCIA DE JEHOVÁ, PARA QUE SEAN LIBRADOS DE LA MANO DEL CAZADOR Y SEAN FORTALECIDOS EN MOMENTOS DIFÍCILES; APRENDIENDO A DECIR NO EN MEDIO O FRENTE DE LA TENTACIÓN (DROGAS, VICIOS, SEXO, FALSAS CREENCIAS, ETC.). ADEMÁS NUESTRO ADVERSARIO EL DIABLO ESTÁ MUY DESEOSO DE TENER ESCLAVOS A NUESTROS HIJOS Y ESTRENARLOS PARA ÉL, PERO ES DIOS QUIEN VERDADERA Y LEGÍTIMAMENTE LOS MERECE; YA QUE PARA SU GLORIA FUIMOS CREADOS.
LA DISCIPLINA
PROVERBIOS 13:24 “ EL QUE DETIENE EL CASTIGO, A SU HIJO ABORRECE; MAS EL QUE LO AMA, DESDE TEMPRANO LO CORRIGE”
PROVERBIOS 3:11 Y 12 “NO MENOSPRECIES, HIJO MÍO EL CASTIGO DE JEHOVÁ, NI TE FATIGUES DE SU CORRECIÓN; PORQUE JEHOVÁ AL QUE AMA CASTIGA, COMO EL PADRE AL HIJO A QUIEN QUIERE”
EL ENTENDER LA MENTE Y EL CARÁCTER DE UN HIJO HASTA QUE SE CONVIERTA EN UN MIEMBRO DEL HOGAR Y LA COMUNIDAD, DUEÑO DE SÍ MISMO Y CONSTRUCTIVO, REQUIERE QUE EMPLEEMOS TODO TIPO DE COMUNICACIÓN CON ÉL. PARA GUIARLO, PONDREMOS EJEMPLO, SERVIREMOS DE MODELO, LO INSTRUIREMOS VERBALMENTE, LE PEDIREMOS POR ESCRITO, LE ENSEÑAREMOS LA BUENA CONDUCTA Y LE ADVERTIREMOS DE LA MALA CONDUCTA, LE PROPORCIONAREMOS ENSEÑANZA Y MUCHÍSIMO MÁS.
POR NINGÚN MOTIVO SE DEBE DE ABUSAR DEL USO DEL CASTIGO. NO SE DEBE PASAR POR ALTO LA IMPORTANCIA DE FORMAR A UN NIÑO CON UNA GRAN DOSIS DE AMOR; YA QUE ESTO HARÁ QUE LA DISCIPLINA SEA MÁS EFECTIVA.
LA DEFINICIÓN DE DISCIPLINA ES EL ESTABLECIMIENTO DE LA AUTORIDAD PATERNAL, EL DESARROLLO DE PAUTAS DE COMPORTAMIENTO, Y DESPUÉS EL AYUDAR A LOS HIJOS A VIVIR DENTRO DE ESTAS PAUTAS.
EL AMOR BUSCA EL BENEFICIO DEL OTRO; ESO MISMO HACE LA DISCIPLINA. POR TANTO LA DISCIPLINA ES CON TODA CERTEZA UN ACTO DE AMOR. MIENTRAS MÁS SE SIENTA AMADO UN HIJO, MÁS FÁCIL ES DISCIPLINARLO. LA RAZÓN ES QUE UN HIJO TIENE QUE IDENTIFICARSE CON SUS PADRES A FIN DE ACEPTAR SU GUÍA SIN RESENTIMIENTOS NI HOSTILIDAD, Y SIN HACER RESISTENCIA PASIVA. ESTO SIGNIFICA QUE TENEMOS QUE MANTENER LLENO EL CORAZÓN DEL AMOR DE NUESTRO HIJO ANTES DE ADMINISTRAR LA DISCIPLINA.
ANTES DE QUE SEAMOS CAPACES DE DISCIPLINAR EFICAZMENTE A UN HIJO CON AMOR NECESITAMOS CONOCER LO SIGUIENTE:
*¿CÓMO AMA UN HIJO? Y *¿QUÉ NECESITAN CUANDO SE PORTAN MAL?.
AMAN DE UN MODO INMADURO. ELLOS PRUEBAN NUESTRO AMOR CONSTANTEMENTE CON SU CONDUCTA, SE PREGUNTAN Y NOS PREGUNTAN REITERADAMENTE SI LOS AMAMOS. NO DEBEMOS PERMITIR QUE PIENSEN QUE PUEDEN GANARSE NUESTRO AMOR POR SU BUENA CONDUCTA, YA QUE ESTO TRAERÁ SENTIMIENTOS DE FRUSTRACIÓN. TAMBIÉN VEREMOS A NUESTRO HIJO COMO “MALO”, IRRESPETUOSO, CON MAL COMPORTAMIENTO Y DESAMORADO; CUANDO EN REALIDAD NECESITA QUE LE REAFIRMEMOS NUESTRO AMOR. ES MÁS FÁCIL DISCIPLINAR A UN HIJO SI SE SIENTE AMADO DE VERDAD. LO QUE PODEMOS EXPRESAR CON CONTACTO FÍSICO (ABRAZO, CARICIA), MIRADAS TIERNAS, COMPRENSIÓN, ATENCIÓN O TIEMPO DEDICADO A ÉL (ATENDER SUS INQUIETUDES, MIEDOS, INSEGURIDADES, NECESIDADES; ESCUCHAR Y DAR RESPUESTAS SABIAS A SUS INTERROGANTES).PROVERBIOS 13,18 “POBREZA Y VERGÜENZA VENDRÁ AL QUE MENOSPRECIA EL CONSEJO; MAS EL QUE GUARDA LA CORRECCION RECIBIRA HONRA”.
CUANDO EXISTE UN MAL COMPORTAMIENTO NO DEBE SER TOLERADO, PERO DEBEMOS SABER LIDIAR CON ESTO; NO PODEMOS SER DEMASIADOS ÁSPEROS NI DEMASIADOS INDULGENTES. ASÍ NO TENDREMOS PROBLEMAS CON ÉL EN EL FUTURO, SI USAMOS EL LENGUAJE DEL AMOR (VEAMOS QUÉ DICE 1ª CORINTIOS 13 “EL AMOR ES SUFRIDO, ES BENIGNO; EL AMOR NO TIENE ENVIDIA, EL AMOR NO ES JACTANCIOSO, NO SE ENVANECE; NO HACE NADA INDEBIDO, NO BUSCA LO SUYO, NO SE IRRITA, NO GUARDA RENCOR; NO SE GOZA DE LA INJUSTICIA, MAS SE GOZA DE LA VERDAD. TODO LO SUFRE, TODO LO CREE, TODO LO ESPERA, TODO LO SOPORTA. EL AMOR NUNCA DEJA DE SER. Y AHORA PERMANECEN LA FE, LA ESPERANZA Y EL AMOR, ESTOS TRES; PERO EL MAYOR DE ELLOS ES EL AMOR).
MARCOS 10,14-16
“VINIENDO JESUS, SE INDIGNÓ, Y LE DIJO: DEJAD A LOS NIÑOS VENIR A M , Y NO SE LO IMPIDAIS, PORQUE DE LOS TALES ES EL REINO DE DIOS. DE CIERTO OS DIGO, QUE EL QUE NO RECIBA EL REINO DE DIOS COMO UN NIÑO, NO ENTRARÁ EN ÉL. Y TOMANDOLOS EN LOS BRAZOS, PONIENDO LAS MANOS SOBRE ELLOS, LOS BENDECIA”
-Le animo a perseverar en la formación de aquel hijo suyo, esa bendita herencia de Dios; que primeramente es un hijo de Dios, creado a su imagen y semejanza. Además, debemos para ir creciendo y perfeccionando nuestra paternidad podemos apoyarnos en el versículo bíblico que dice en le libro de Santiago 1,5 “ Aquel que se encuentre carente de sabiduría, pídala a Dios, y él la dará abundantemente y sin reproche”.
Tengamos presente que Jesús nos enseña y da ejemplo de cómo ser hijo; y Dios, nos revela el modelo perfecto de paternidad.
Entonces, podemos juntos decir:
“No tengo yo mayor gozo que éste, el oír que mis hijos andan en la verdad” (3Juan 4)
“Les he dado a conocer Tu nombre y lo daré a conocer aún , para que el amor con que me has amado esté en ellos y Yo en ellos” (Juan 17,26)
<<<<<<<<<<<Adaptado por : Yasna Shirley Chamblas Side>>>>>>>>>
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EL DIVORCIO Y LA BIBLIA
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EL DIVORCIO
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La Biblia no trata solo de los ideales divinos para el hombre y la sociedad, sino también de aquellas realidades de vida humana, que son “fuertes” y pecaminosas y que operan en un nivel subideal. Los ideales son reforzados con promesas y mandamientos, mientras que las realidades subideales son toleradas en silencio o refrenadas por legislación, todo para que así las pasiones y prácticas pecaminosas del hombre sean guardadas dentro de ciertos límites. Es por esto que el silencio y la legislación negativa, en asuntos de comportamientos subideales, necesitan estudiarse cuidadosamente.
El ideal divino para el matrimonio incluye, por lo menos, los siguientes cuatro factores, que son autoritativamente enseñados en Génesis 2:18-25; Marcos 10:2-12; Lucas 16:18 y 1 Corintios 7:39. (Romanos 7:1-14 necesita aplicarse cuidadosamente, ya que contiene una alegoría, no una afirmación doctrinal al respecto.)
1. La monogamia del matrimonio (un varón y una mujer). Nótense las palabras de Cristo que exponen el ideal original: “Por esto el hombre (singular) dejará ..., y se unirá a su mujer (singular), y los dos serán una sola carne” (Mt. 19:5; Mr. 10:7-8).
2. La permanencia del matrimonio. El mandamiento de Cristo es “.. dejará .. y se unirá ..” (Versión Moderna: “.. quedará unido ..”)
3. La intimidad del matrimonio. El matrimonio es para una relación y un compañerismo íntimos en los cuales la personalidad encuentra su satisfacción y realización - “los dos serán una sola carne.”
4. La mutualidad del matrimonio. El matrimonio es para que sus contrayentes se colmen mutuamente, es decir, en una relación plenamente satisfactoria para los dos, como está expresado en las palabras “ayuda idónea” (Gén. 2:18).
El hombre, en su pecaminosidad e iniquidad, es capaz de reventar y quebrar el ideal divino. El hombre pecaminoso puede vivir, y vive, en un nivel subideal. Siendo esto así, la poligamia, el divorcio, y el recasamiento fueron todos permitidos en tiempos del Antiguo Testamento, aunque bajo restricciones legales específicas. Nunca estas prácticas son mandadas o divinamente aprobadas. Son toleradas, pero no son conformes a la bendita voluntad y sabio consejo de Dios. Siempre van acompañadas de cicatrices profundas, sufrimientos interiores incontables, y quebrantos exteriores. Sean las causas y las circunstancias las que sean.
Cristo indicó que el ideal divino puede ser quebrado completamente. Dijo: “.. por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mt. 19:6). Aunque no utilizó la palabra “divorcio”, el divorcio está claramente implicado. Las dos expresiones “juntar” y “separar” forman una antítesis directa; todo lo que signifique la una, la otra lo revoca.
La Biblia menciona dos causas específicas del quebranto de la unión matrimonial:
(1) el pecado grave de la fornicación (Mt. 5:32 y 19:9) y
(2) el abandono premeditado (1 Cor. 7:15).
Sin embargo, en ninguno de los dos casos se manda el divorcio, ni es una cosa que siga de forma automática. El ideal es que no proceda. De allí que no encontremos direcciones específicas al respecto, ya que el divorcio pudiera no producirse.
La Biblia admite que la unión matrimonial puede ser quebrada por otras razones más, pero no las detalla, ni trata de ellas específicamente (Mc. 10:9; 1 Cor. 7:10-11). No obstante son reales.
Debemos establecer primero el hecho triste de la quiebra actual de la unión matrimonial por fornicación - una quiebra que hace legítimo el divorcio, es decir, en el sentido de que no tiene condena divina. Para esto podemos leer Mateo 5:32; 19:1-9 y 1 Corintios 7:1-16.
Es en Mateo 5:32 y 19:9 donde encontramos, lo que se ha convenido en llamar: “la cláusula de excepción” (“.. salvo por causa de fornicación ..”). Para ser leal a los manuscritos, tengo que rechazar la sugerencia de algunos de que esta ‘cláusula’ pudiera haber sido insertada, no por Mateo, sino por otros. No hay justificación para tal posición. Pudiera ser que exista alguna duda textual en cuanto a la última parte de Mateo 19:9, “.. y el que se casa con la repudiada, adultera”, pero ya que las mismas palabras se hallan en Mateo 5:32, la enseñanza transmitida permanece válida.
Otros tienen la idea de que Jesús en Mateo 19 estuviera sencillamente replicando a los judíos, ya que en el versículo 7 le estaban cuestionando sobre Deuteronomio 24:1-4. Según ellos, Jesús, con su interpretación de Deuteronomio, solo se dirige a los judíos, no a los gentiles. También rechazo firmemente esta idea. Si tuviéramos que tomar tal posición, nos veríamos obligados a relegar todo el Sermón del Monte a los judíos.
Un tercer rechazo revuelve alrededor de las palabras fornicación (porneia) y adulterio (mokeia). Se pretende que fornicación es una referencia al pecado sexual antes del matrimonio y que adulterio describa la infidelidad posterior al casamiento.
Existen pasajes en que tal distinción parezca clara, y otros en que ambas palabras son mencionadas como pecados separados (por ejemplo, Mt. 15:19 y Gál. 5:19), pero no podemos ser dogmáticos y distinguir agudamente entre los dos términos. En el comportamiento sexual ilícito no podemos aplicar un término exclusivamente a la parte prenupcial y el otro a la posnupcial. No se puede justificar bíblicamente. En la mayoría de los casos en el Antiguo Testamento la palabra adulterio claramente indica una relación sexual ilícita con la esposa de otro, pero no siempre es absoluta la distinción (por ejemplo: Jer. 23:14; Os. 4:2). Fornicación, generalmente, es usada en referencia a la lascivia y la prostitución (y figurativamente a la idolatría) y no excluye a personas casadas.
El Nuevo Testamento también utiliza adulterio para denotar la relación sexual ilícita con el cónyuge de otro, pero tiene muchos instantes en que no hay indicación definida que aclare si hay personas casadas involucradas (Lc. 18:11; Jn. 8:3; Heb. 13:4). Tampoco son especificadas las personas solteras en los muchos usos de fornicación (por ejemplo: Jn. 8:41; Hch. 15:20, 29; 21:25 y Ef. 5:3). En 1 Corintios 5:1 y 7:2-5 hay referencias a la fornicación en cuanto a personas casadas.
Sin embargo, la siguiente distinción parece justificable. Adulterio, aparentemente, es una referencia más bien a actos posnupciales específicos; mientras que fornicación es (1) un término general, que describe todo tipo de comportamiento sexual ilícito, incluyendo el adulterio y (2) una referencia a una vida entregada a tales prácticas como la lujuria y la prostitución.
El contexto de Mateo 19:9 es diferente al de 5:32, pero un estudio, palabra por palabra, de este último no echaría luz adicional sobre la legitimidad del divorcio-por-causa-de-la-fornicación.
De estos pasajes me veo obligado a sacar la conclusión que el pecado de fornicación es de una naturaleza tan devastadora, que reviente y destroza (aunque no necesariamente ante la ley) el vínculo más sagrado y profundo del ser humano, el de su matrimonio. Decir menos significaría estimar este pecado abominable más livianamente que el mismo Cristo.
El pasaje de 1 Corintios 7 es el documento más importante que tenemos de Pablo en relación con este asunto y merece consideración cuidadosa. La iglesia de Corinto había cuestionado a Pablo sobre cosas que tenían que ver con el matrimonio. En el capítulo 7 Pablo traza cuatro principios, que son las pautas a tener en cuenta.
Primero, bajo ciertas circunstancias el estado de soltero, o soltera, pueda tener sus ventajas, pero está rodeado de graves peligros. El matrimonio es una salvaguardia contra el mal, lo cual no quiere decir, que sea inferior en valor. No se da la idea de que el celibato sea más santo que el matrimonio, pero, sí, que es una posición más precaria (7:1-9).
Segundo, el ideal de Dios es que marido y mujer no sean separados más que por la muerte. Y si una separación tiene lugar, dos cursos de acción se abren (7:10-11): 1) separación sin recasamiento - “quédese sin casar”; y 2) reconciliación - “reconcíliese con su marido.”
Tercero, el creyente (marido o mujer) no tiene derecho de divorciar al incrédulo sobre una base religiosa. El vínculo matrimonial contraído antes de la conversión no puede alterarse por el creyente después de la conversión por ser ‘un yugo desigual’ (7:12-14). El creyente no puede iniciar una separación sobre la base de fe o falta de fe.
Cuarto, si el cónyuge incrédulo insiste en la separación, “sepárese” (15). Esto es lo que manda de manera permisiva el apóstol; “pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso.”
Los primeros tres principios no presentan grandes dificultades en cuanto a su interpretación. Esto cambia con el cuarto. Existen serias diferencias en la interpretación del versículo 15. Esta sección constituye un veredicto apostólico. Tenemos que clarificar su autoridad, contenido y resultados.
Su autoridad. El cambio de “no yo, sino el Señor” (v. 10) a “yo digo, no el Señor” (v. 12) es muy significativo, aunque frecuentemente pasado por alto. Es la única vez que esta forma es encontrada en todos los escritos de Pablo. Señala que el problema mencionado en vss. 10 y 11 es tratado autoritativamente por el Señor. Sin duda el apóstol se refiere a la enseñanza de Cristo sobre el divorcio, tal como se hallaba en la tradición de la iglesia en ese tiempo, la que fue más tarde grabada en los evangelios.
Sin embargo, el problema en los vss. 12 a 15 no ha sido tratado antes. Aquí Pablo transmite un veredicto apostólico autoritativo en relación, no con el divorcio legal (repudio), sino con la deserción irresponsable, motivada por antagonismo religioso e intolerancia.
Su contenido. “Sepárese” es el veredicto apostólico. Si el cónyuge incrédulo se separa del creyente, el creyente no tiene, ni el derecho de forzar al incrédulo a quedar, ni la obligación de impedirle que haga oficial la separación. La frase “sepárese” es bastante enfática, como notaremos más tarde.
Sus resultados. El creyente que se encuentra con tal separación, “no está .. sujeto a servidumbre.” ¿Quiere decir el apóstol con esto que la deserción premeditada constituya una rotura tal del vínculo matrimonial, que las solemnes promesas del día de la boda sean canceladas, y el cónyuge inocente constituido un individuo soltero, no casado, libre de los compromisos y responsabilidades del matrimonio? ¿Es que la deserción premeditada equivalga el divorcio en sus resultados? Pues, esto es lo que, en todo su contexto, parece significar.
Hay, sin embargo, dos objeciones que frecuentemente surgen en contra de tal conclusión.
La primera objeción es que tal afirmación por el apóstol sería una contradicción de la clara enseñanza de Cristo. Pablo estaba, sin embargo, plenamente consciente del hecho de que iba más allá, aunque no en contra, de su Maestro. Por esto no recurre a las palabras y la enseñanza de Cristo, sino a su propia autoridad apostólica (compare vss. 10 y 12). Pablo es muy cuidadoso en delinear autoridad en este capítulo. Primeramente habla sobre la base de: “.. mando, no yo, sino el Señor ..” De esta manera se refiere específicamente al ministerio de enseñanza de Cristo y a su autoridad. Luego habla en su propia autoridad apostólica, sabiendo que tiene un mandato del Señor. Esto incluye el pasaje bajo consideración. Finalmente, la prudencia, divinamente iluminada, le enseña y le hace decir: “a mi juicio” (o: “en mi opinión”). Concluimos que Pablo se da cuenta cuando está dentro de la tradición (la enseñanza de Cristo), la revelación , y la iluminación. Mientras las primeras son absolutas, la tercera es acondicionada por el tiempo y la cultura.
Cristo, en su enseñanza, trataba con el repudio (expulsión), Pablo, por otra parte, habla de la deserción premeditada de parte de un incrédulo. Hay una gran diferencia entre la expulsión y la deserción irresponsable.
También hay una diferencia en el tono y modo de expresarse en los vss. 10 y 11, donde trata con el vínculo matrimonial de creyentes, y el precepto decisivo del v. 15, donde es considerada la deserción premeditada. En los vss. 10 y 11 es una orden apostólica: “Que la mujer no se separe del marido, ... que el marido no abandone a su mujer”, y en medio el imperativo de: “.. quédese sin casar, o reconcíliese ..” En el v. 15 tenemos el contraste del precepto permisivo: “ .. sepárese .. (que se marche) .. no .. sujeto a servidumbre en semejante caso ..”
Pablo no está contradiciendo a su Maestro. Está declarando un principio, tal como tuvo que hacer en otros muchos instantes, para regular casos sin precedente en la iglesia entre los gentiles.
La segunda objeción pudiera hacerse en base de un suavizar del verdadero significado de “sepárese” o “no sujeto a servidumbre.” Por ejemplo, un intérprete (Fisher-Hunter) cree que la palabra “servidumbre” en el v. 15 no puede referirse al estado matrimonial, más bien, según él, pudiera ser una referencia a la relación con el pecado o con Dios. El mismo admite, sin embargo, que el verbo “ligado(a)” en los vss. 27 y 39, que allí claramente se refiere al matrimonio, tiene (en griego) la misma raíz que “servidumbre”. Él concluye que, aunque se haya producido una separación y con ella una cierta libertad, esto no disuelve la unión matrimonial y sus vínculos.
Otros comentaristas (p.e. Ellicott, Lenski, Robertson, Plummer) llegan a la conclusión contraria; y me inclino a acordar con ellos por las siguientes razones:
1. La gravedad del pecado de la deserción. En el caso del marido es un acto de infidelidad hacia su esposa e irresponsabilidad hacia su familia. Tal hombre, dice Pablo en 1 Timoteo 5:8, es peor que un incrédulo. En el caso de la mujer, deserción constituye un acto de rebeldía contra el orden de Dios y de los hombres.
2. El enfático “sepárese”. Miremos el significado de la expresión. En esta forma es utilizado doce veces en el Nuevo Testamento (Mt. 19:6; Mc. 10:9; Hch. 1:4; 18:1-2; Ro. 8:35, 39; 1 Co. 7:10-11, 15; Fmón. 15; Hb. 7:26). Seis veces se refiere a la unión matrimonial. Dos veces nuestro Señor la emplea como la clara antítesis de “juntar”. Pablo la utiliza cuatro veces en 1 Corintios 7. Ordena a los creyentes sobre la base de las palabras del Señor de “no separarse” (Mt. 19:6; 1 Co. 7:10-11). Si ellos, no obstante, insisten en “separarse”, pueden llevarlo a cabo, pero violan la ley de Cristo y se les “sujeta a servidumbre” (para usar la frase del v. 15) para “quedarse sin casar.” En los vss. 10 y 11 es mencionada especialmente la mujer. Aunque haya dejado de estar ligada a un marido, está ligada por un mandamiento.
La fuerza del idioma griego en la expresión de “sepárese” en el v. 15 no debe minimizarse. Ellicott señala que esta palabra en el griego es la designación prudente para deserción maliciosa y debe tomarse con toda seriedad, ya que está en el imperativo permisivo. Robertson y Plummer añaden: “De modo que si el cónyuge pagano busca el divorcio, el cónyuge cristiano puede consentir.” También: “si aquel que permanece en el paganismo demanda el divorcio, el cristiano no está bajo obligación de oponerse.” Lenski escribe: “Lo que quebranta y destruye el matrimonio es el hecho de que se mantenga separado. Pablo utiliza una condición de realidad y, por tanto, está pensando en un caso actual. Los dos verbos son de permanencia: ‘Si se mantiene separado, que se mantenga separado.’ ¡Punto! El matrimonio terminó, que quede así ... La deserción en realidad es como el adulterio en su efecto. Ambos rompen el vínculo matrimonial.”
No tengamos la osadía de minimizar la profundidad de la expresión sepárese. Muestra la seriedad de la situación. Lo que Cristo anticipó y prohibió aquí se hace realidad y experiencia. El hombre en su pecaminosidad, no solo por una vida de fornicación, sino también por un acto de voluntad, tiene el poder, y ejerce el poder, de separar lo que Dios ha juntado.
Puede haber un significado en pasajes, tales como Mateo 10:34-37 y Lucas 14:26, que sea más profundo de lo que estemos preparados a admitir o experimentar. La fe y la incredulidad son capaces de separar tan radicalmente como cualquier otra causa.
3. Las palabras de Pablo “no .. sujeto a servidumbre.” Admito que aquí, igual como en el párrafo anterior, hay lugar para diferencias. Es verdad que la palabra traducida “servidumbre” no echa una luz concluyente sobre el significado del concepto. Lo que, sí, hace claramente, es declarar libre al creyente. En esto la mayoría de los comentaristas están de acuerdo. Pero no están definidas la naturaleza, anchura y profundidad de esta libertad. Tampoco nos ayudará mucho un estudio del uso de la palabra en el total de la Biblia. Es una palabra usada en un sentido algo amplio. Por esto tenemos que mirar en otra parte para encontrar ayuda. Creo que 1 Corintios 7 nos puede brindar una guía.
Pablo tiene instrucciones específicas para las relaciones entre marido y mujer (7:1-5). Tiene una palabra llana para los no casados y las viudas (vss. 7-9). Tiene una palabra clara y decisiva para maridos y mujeres creyentes (vss. 10-11). Tiene un mandato definido para maridos creyentes en relación con esposas incrédulas y viceversa (vss. 12-14). Y creo que tiene una palabra clara para un creyente desertado - él / ella no está sujeto a servidumbre, sino que es libre.
¿Libre de qué? ¿Libre para qué? En esto Pablo guarda silencio. Igualmente nosotros hacemos bien en guardar silencio. No podemos conceder permiso de casamiento, tampoco podemos crear leyes que impidan un nuevo matrimonio. Mientras pueda haber consejo, no puede haber una decisión absoluta y obligatoria. Cada individuo tiene que decidir conforme a su conciencia y la conciencia de su iglesia y comunidad.
Los comentaristas están prácticamente de acuerdo, que las dos palabras: “servidumbre” (1 Co. 7:15) y “ligado” (vss. 27, 39) tienen la misma raíz (deo), lo cual demuestra su parentesco. Así que, parecería natural creer que, cuando dice: “no sujeto a servidumbre” en el v. 15, es decir: “no ligado”, esto indica lo opuesto a: lo que es “ligado” en los vss. 27 y 39. Tal como el uno es “ligado” (en matrimonio), el otro es “desligado” (en matrimonio), indicando de esta manera la disolución del vínculo matrimonial.
Considera los vss. 10 y 11. Tenemos aquí un mandato específico: “Que la mujer no se separe del marido.” Pero si quebranta este mandato, un segundo se aplica con una instrucción específica: “.. quédese sin casar.” En contraste con esto, Pablo instruye en el v. 15: “ .. sepárese”, con la consecuencia: “.. no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso.”
Este contraste es significativo y me parece implicar que el creyente desertado ha quedado en total libertad de la ligadura (servidumbre) del matrimonio.
En base de todo esto me inclino a concluir, que la deserción premeditada de parte del cónyuge incrédulo equivale en consecuencia el divorcio. Disuelve el vínculo matrimonial y libera al creyente de su relación de matrimonio.
Nuestro estudio de la enseñanza neotestamentaria sobre el divorcio ha brindado los siguientes hechos:
1. Existe la posibilidad que el ideal matrimonial de Dios sea modificado y / o destruido por el hombre pecaminoso.
2. La Biblia reconoce (o sufre) el divorcio y la disolución de las relaciones matrimoniales.
3. La fornicación y la deserción premeditada constituyen causas escrituralmente legítimas para la disolución de la relación matrimonial.
Sin embargo, debe enfatizarse que tal disolución no es conforme a la perfecta voluntad y el propósito benevolente de Dios. Es uno de los males del pecado y, como un cáncer, opera en la humanidad. El perdón, la reconciliación y la restauración se acercan más al ideal de Dios, no importa cuales hayan sido las causas del quebranto. Este último principio se enseña claramente en la experiencia de Oseas, incluso cuando en el libro que lleva su nombre no hay mandamiento al respecto.
EL RECASAMIENTO
La consideración de nuevas nupcias de personas divorciadas, a la luz del Nuevo Testamento, es aún más difícil que el estudio sobre el divorcio. El Nuevo Testamento menciona el problema del divorcio, pero mantiene silencio sobre el recasamiento de los involucrados. Esto no es sorprendente, porque la Biblia no manda o legisla los comportamientos subideales. Lo que hace es regular, prohibir y juzgar tal vida. Conque, no esperemos hallar mandamientos y permiso para recasamiento. El Dios que promulga los ideales más altos y nobles no puede legislar ideales inferiores, aunque pueda permitir al hombre vivir y operar en un nivel subideal.
Las Escrituras aclaran de manera abundante que Dios da mandamientos, no consejos. Dios dice: “Harás esto” antes de: “Es mejor que hagas esto.” Su perfección exige algo absoluto.
Por esto debemos esperar un silencio divino y / o buscar prohibiciones y regulaciones para guiarnos en el asunto del recasamiento de personas divorciadas.
El recasamiento encontrado en el Nuevo Testamento debe examinarse cuidadosamente sobre la base de la clasificación de los involucrados.
Viudas y viudos. Para tales personas el casamiento ni se manda, ni se prohibe. Se acepta como un privilegio y es un asunto de sabiduría y conveniencia humanas (Ro. 7:1-14; 1 Co. 7:6-9).
Personas divorciadas por causa de fornicación o deserción irresponsable. En esto la Biblia guarda silencio. Recasamiento ni es mandada, ni prohibida, como se entenderá en un estudio cuidadoso de los pasajes. Siendo así, se hace un asunto de la conciencia personal delante de Dios y de la sociedad. Sabiduría y conveniencia personales, iluminadas por el Espíritu, siguen siendo la guía. La iglesia que legisla en contra va más allá de las Escrituras.
En las palabras de Cristo en Mateo 5:32 y 19:1-9 no hay nada que prohiba que personas, divorciadas por causa de fornicación, vuelvan a casarse. Ni siquiera hay un reflejo negativo del Señor al respecto del recasamiento en tales casos. Tampoco hay legislación en los escritos de los apóstoles en general, ni específicamente de Pablo en 1 Corintios 7:15, que hiciera pecaminoso el recasamiento de un creyente desertado.
La iglesia que lo declare pecaminoso asume poderes divinos de legislación autoritativa no derivados de la revelación. Puede concebirse que una iglesia esté ansiosa por expresar los ideales más altos de Dios antes de enfrentarse a las realidades de la vida. Puede ser que busque la preservación de su propia pureza antes que servir como una agencia de Dios en la redención del hombre pecaminoso. Hay que admitir que tal iglesia tendría una razón para legislar en contra del recasamiento de individuos divorciados a causa de fornicación o a causa de deserción. Según las circunstancias, tal legislación pudiera ser prudente y saludable. Sin embargo, la iglesia no puede para ello reclamar una autoridad de revelación, porque no la hay. Antes tendría que razonar desde el silencio escritural y la prudencia social.
Tampoco nos autoriza la Biblia, en Mateo 5:32 y 19:9, para que distingamos entre la parte inocente y la culpable en el asunto de recasamiento. Si esto parece demasiado permisivo, no olvidemos que es Cristo quien habla. Su silencio aquí es difícil de interpretar. Sin embargo, El es el todo sabio. No hagamos de su silencio un permiso positivo, ni una legislación negativa.
El negar la legitimidad y el privilegio de recasamiento después del divorcio causado por fornicación o por la disolución de la unión matrimonial al ocurrir la deserción, es introducir nuestros propios sentimientos y juicios en los silencios de Cristo y Pablo. Pudiera, incluso, contradecir el consejo saludable del apóstol encontrado en 1 Corintios 7:1-9 (especialmente en los vss. 8 y 9), y colocar nuestro juicio y sabiduría por encima de la sabiduría del Creador, quien dijo: ”No es bueno, que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Gn. 2:18).
De nuevo enfatizamos que el perdón, la reconciliación y la restauración son preferibles y mucho más ideales. Sin embargo, si éstas no son posibles, no pueden prohibirse el divorcio y el recasamiento sobre la base de las palabras de Cristo o de Pablo.
Los que fueron divorciados por causas que no sean las de fornicación y deserción. Decisiones concernientes a este grupo presentan un problema práctico, que es complicado, pero un problema menos difícil para evaluar y juzgar bíblicamente.
Dos hechos se destacan en Mateo 5:32; 19:9; Marcos 10:2-9; Lucas 16:18 y 1 Corintios 7:10-11:
1. Hay divorcio que ocurre por razones distintas a la fornicación o la deserción. Esto está claramente implicado por las palabras de Cristo. El divorcio viola el orden de la creación de Dios (Mc. 10:6-9). Constituye una transgresión de una ley básica de Dios, quebranta una institución divina y destruye un ideal divino. Luego, también, como tan llanamente enseña Cristo, llega muy fácilmente a ser causa de adulterio (Mt. 5:32b). La misma actitud y veredicto son expresados por Pablo en 1 Corintios 7:10-11. Que nadie disminuya lo grave del pecado del divorcio con todas sus consecuencias malas y sus juicios, cuando tiene lugar por razones distintas a las encontradas en Mateo 5:32; 19:9 y 1 Corintios 7:15.
Sin embargo, concluir que en realidad no tiene lugar un divorcio, excepto en los casos de fornicación y deserción, sugiere que las Escrituras no hayan sido leídas plenamente. El “lo que Dios juntó” de Mateo 19:6 se hace en la actualidad un ”lo separa el hombre”, si es que así decide el hombre. La mujer casada se hace una mujer “sin casar” (1 Co. 7:11), la misma palabra, que en el v. 8 es traducida por “solteros”. No hay vínculo que el hombre en su entrega al pecado no pueda romper. Esto es lo tremendo de la capacidad y de la responsabilidad del hombre.
2. El recasamiento de los que han sido divorciados por otras causas, que no sean las de fornicación y deserción, constituye adulterio. Este es el veredicto uniforme de cada uno de los cuatro pasajes en los evangelios, que registran las palabras de Cristo (Mt. 5:32; 19:9; Mc. 10:11-12; Lc. 16:18). Pablo expresa su veredicto en cuatro imperativos: “Que la mujer no se separe del marido; ... quédese sin casar, ... reconcíliese ...; y que el marido no abandone a su mujer” (1 Co. 7:10-11). Este es un hecho bíblico sumamente solemne y serio, donde no queda lugar para debate, modificación o excepción. De manera que incurren en dos pecados: la transgresión de una ley básica de Dios y el adulterio. Y, ciertamente, “el camino de los transgresores es duro” (Pr. 13:15).
No se menciona por qué el recasamiento en este caso constituya adulterio. Nuestra conclusión lógica suele ser que Dios no ha reconocido la separación y los sigue reconociendo como una carne. Sin embargo, esto es un razonar humano, no revelación divina. Al contrario, Pablo reconoce a la mujer separada como una mujer “sin casar” (7:11), y Cristo cuenta con la actualidad del divorcio. Dice: “.. lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mc. 10:9). Lo cierto es que el hombre es capaz de separar, lo cual es considerado transgresión; es entonces cuando su recasamiento se constituye adulterio.
Llamamos la atención, sin embargo, al hecho que el recasamiento de dos personas divorciadas ilegítimamente es llamado “adulterio” y no “fornicación”. Es algo que debemos tener presente. Mientras que el recasamiento involucra a los partícipes en el gravoso acto de adulterio, el arrepentimiento de este pecado es posible y ellos pueden ser perdonados, sin que se rompa su actual matrimonio. El recasamiento no los involucra en una vida disoluta de fornicación, que tiene que ser abandonada antes de que pueda haber perdón y restauración. La Escritura habla en términos muy claros sobre el pecado del recasamiento al haberse producido un divorcio ilegítimo, pero no coloca fuera del perdón a los que están involucrados en tal recasamiento, si es que hay arrepentimiento. Tampoco es exigida una disolución del matrimonio.
El Recasamiento y la Membresía de la Iglesia
¿Deben personas que han sido divorciadas y recasadas ser admitidas en la iglesia como miembros? Sin vacilación mi respuesta es: “Sí”, y hay varias razones.
Mi primera razón está basada en el principio que acabamos de considerar, que personas que se han arrepentido de este pecado y que han apropiado el perdón divino, son perdonadas efectivamente, y esto sin romperse el segundo matrimonio. Como pecadores perdonados tienen el derecho bíblico de membresía y comunión en la iglesia local. Son miembros de la familia de Dios y de su sacerdocio real.
En segundo lugar, la Biblia no legisla en contra. A la luz de las condiciones que prevalecían en tiempos apostólicos, no cabe duda de que existieran numerosos casos de irregularidades matrimoniales entre los convertidos. Pero al no aparecer regulaciones que cubran su admisión a las iglesias locales, debemos concluir que, como mínimo, su admisión era tolerada. En la actualidad pudiera ocurrir, en circunstancias específicas, que la prudencia que procede del Espíritu Santo nos guíe de manera contraria.
La tercera razón se basa en la práctica de Pablo. Consideremos como se desarrollaba la membresía de las iglesias locales de Corinto y Efeso (1 Co. 6:9-11; Ef. 2:1-10; 5:1-21). Con esos fondos la iglesia no era un grupo de personas que hacía que uno se sintiera orgulloso de estar asociado. Pero la vida vivida en tiempos pasados, una vez perdonada, no impedía el ser miembro de una iglesia local. La iglesia, a veces, es llamada “militante”, pero también necesita ser un hogar, una guardería, un hospital, un sanatorio, un centro de rehabilitación. Abramos lugar en nuestras iglesias para cada pecador arrepentido y perdonado sin volver a reparar en su pasado. Había lugar para ellos en las iglesias fundadas por Pablo.
Cuarta razón - en 1ª Corintios 7:16-24 los convertidos son exhortados a que continúen en la relación civil y humana en la cual la gracia de Dios los encontrara. El empuje de todo este capítulo va en contra de la destrucción de las relaciones humanas, es decir, cuando alguna posibilidad queda. Si Dios puede perdonar sin que se destruya la relación existente, ¿por qué debería la iglesia exigir una destrucción? Tengamos cuidado con nuestras exigencias. Practiquemos la mente de Cristo y sigamos el ejemplo de Pablo.
El Recasamiento y el Servicio
¿Qué hay con los ministerios en la iglesia? En esto opera un principio escritural que, demasiadas veces, es ignorado. Mientras que el perdón y la comunión con la congregación en cuestión sean prerequisitos mínimos para tales ministerios, no son los únicos requisitos. La constitución de hermanos en posiciones de liderazgo se hace sobre la base de una madurez espiritual, de dones y de un idealismo moral y social. Tenemos que mantener esto muy presente.
Damos la cordial bienvenida a la comunión congregacional a los que, por varias razones, han fracasado en aquel ideal que es un matrimonio-nunca-interrumpido, pero al mismo tiempo debemos rechazar con humildad que tales hermanos se ocupen en cargos, ministerios y funciones públicas. No debemos ceder al sentimentalismo. Hay cicatrices que no pueden transformarse en hermosura; siguen siendo cicatrices. No pensemos solo en el bien del individuo particular; sino tengamos presente que la iglesia comunica por una parte la gracia de Dios, pero por otra su severidad, y que así está llamada a funcionar como “conciencia”.
Noten las palabras cargos, ministerios y funciones públicas. No encontramos objeción moral o bíblica a que se asignen ministerios de “familia” - es decir, servicios que solo tratan con las relaciones internas de la congregación - a los que hayan pasado por divorcio y nuevo casamiento. Pero el asignar a tales personas cargos en los cuales representan a la congregación delante del público en una capacidad oficial, eso es otro asunto.
Tal vez haya quien argumente que eso no sería entonces un perdón completo, ni una restauración completa. De tales razonamientos me tengo que distanciar. La enseñanza bíblica del perdón que es libre y abundante para el pecador arrepentido que ha creído, es clara y enfática. Tenemos que guardar esto cuidadosamente, enseñarlo enfáticamente y practicarlo radicalmente. La Biblia también enseña específicamente que los creyentes perdonados deben ser restaurados completamente. Nada debe permitirse como obstáculo en el camino de pleno compañerismo (1 Co. 1:9).
Sin embargo, las Escrituras son igualmente enfáticas en cuanto a requisitos espirituales, morales y sociales para ‘asignaturas’ específicas de servicio. Esto es evidente en pasajes como Hechos 1:21-22; 6:3-5; 1 Timoteo 3:1-13; 4:12-13 y Tito 1:5-9. Hay más pasajes que podrían citarse.
Los dos lados de este asunto no deben confundirse. La salvación es “de gracia”. Es gratuita y el perdón abundante. Servicio, sin embargo, no es apropiado así, ni proporcionado. Se trata de una gracia que Dios entrega a cada creyente según su voluntad soberana, conforme a sus demandas justas e ideales santos. De esta manera el servicio, en contraste con la salvación, traerá premios; y delante |
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